Catorce versos

En mi entrada sobre Garcilaso comenté que había introducido las formas poéticas modernas italianas en España, entre ellas el soneto, que se convirtió en una de las composiciones más utilizadas. Un soneto consta de 14 versos endecasílabos divididos en dos cuartetos y dos tercetos, como hemos aprendido todos en el cole con el famoso soneto de Lope de Vega "Un soneto me manda hacer Violante..." La invención del soneto se atribuye al poeta italiano Giacomo da Lentini en el siglo XIII, y se extendió por toda Europa debido a la influencia de Petrarca en el XIV. Ha sido utilizado por prácticamente todos los poetas españoles de la edad de oro, como Lope de Vega, Quevedo, Góngora, etc. Es mi composición poética favorita por varios motivos: La regularidad de los versos obliga a la concisión y a la precisión, pero la relativa longitud de los versos permite la utilización de todos los recursos estilísticos. Pero creo que sobretodo es mi favorito porque nací con uno debajo del brazo. Mi abuelo, que es uno de lo mejores poetas que yo he conocido, escribió un soneto para cada nieto que ha tenido (Y bisnietos) según íbamos naciendo. Éste es el mío:

RAMÓN (03/08/1981)

Algo hay profundo, limpio, en el ambiente,

como un himno triunfal, un sacramento

un íntimo y feliz recogimiento

algo solemne, extraño, trascendente.

Es un milagro vivo, permanente,

el milagro de un nuevo nacimiento,

cuerpo y alma, vacío y pensamiento

que se produce misteriosamente.

Ayer aún no era nada... y hoy es Hombre.

Hoy es Ramón. Ya existe, tiene nombre.

Ayer era ilusión, hoy ya lograda

Ya palpita, ya llora, ya es la suya

Realidad comprobable y comprobada...

¡Ramón entre nosotros! ¡Aleluya!

Otro día pongo uno escrito por mí , que será peor pero quedará menos ególatra