El sexo regulero

El sexo tántrico, además de ser una forma de complicar algo ya de por sí difícil, tiene otras desventajas, como por ejemplo: Quita mucho tiempo, requiere mucho tiempo de estudio y lo practica Sánchez-Dragó. Así pues he pensado… ¿No habrá otra manera de unir sexo y mente, de utilizarlo para alcanzar una consciencia superior? Creo sinceramente que yo he encontrado una: El sexo horrible. Mi plan es tener la noche de sexo más horrible que se pueda, hasta el punto de que mucho tiempo después nos repugne simplemente pensar en ello. De ésta forma, nuestra mente se desarrollará al margen de tener que pensar en el sexo cada 47’38 segundos (Tiempo aproximado) como hasta ahora (Hablo en el caso de los chicos, no conozco los tiempos de las féminas) Así pues, si alguna chica que lea esto se convence de mi genialidad:

Se ofrece: Varón casi joven de ombligo peludo y pene reducido para compartir experiencia sexual decepcionante en todos los aspectos. Preliminares consistentes tan sólo en el saludo y el único par de besos de toda la experiencia. Sexo oral manifestando claramente que lo hago exclusivamente para que me lo hagan a mí después, y no dedicando más de 2 minutos con cara de asco. Insistencia abrasiva en practicar el sexo anal. Coito dolorosamente lento y repetitivo con preservativo que sólo al final descubriremos que está defectuoso. Sueño profundo 14 segundos después del mismo y ronquidos 6’7 en la escala richter. Prometo tirar de la manta, quedarme con toda la almohada y dar patadas, así como exigir el lado de la cama en el que suela usted dormir.

Si llama ahora gratis manos sudadas y pies fríos durante toda la experiencia.