- Buenas tardes, caballero. ¿Qué desea desayunar, comer y cenar los próximos 4 años? ¿Alcaparras o atún?
- El atún no me gusta y las alcaparras me dan asco. ¿No tienen nada más?
- Bueno, si busca usted por todo el restaurante y encuentra una carta, puede ser que encuentre algún otro plato.
- ¿Pero usted no sabe si hay otro plato?
- Bueno, sé que existen, pero no los comento con los clientes porque nuestras encuestas dicen que la gente prefiere atún o alcaparras.
- Déjelo, ya busco yo.
1.37 horas más tarde...
- Oiga, he encontrado la carta. La verdad es que tiene todo un aspecto horrible. De todas formas, creo que prefiero los macarrones.
- Muy bien, lo apunto
20 minutos más tarde...
- Aquí tiene, caballero. Sus alcaparras
- Oiga, que yo había elegido los macarrones
- Sí, pero ha habido más personas que han elegido las alcaparras. En fin, son 600€ al día
- Oiga, creo que mejor me voy, ya cocino yo en casa
- ¿CÓMO?¿No le da vergüenza? ¿Pero qué sabe usted de cocinar?
- Es verdad, antirestaurantista! Está usted despreciando el menú que eligió una gente hace 30 años!
- Hágame caso, señor. Comer a la carta no es perfecto, pero es la mejor opción. Si viera usted otros países, que comen de menú...