domingo, 8 de abril de 2012

Cada sobrina con su poemina

Comentaba tiempo ha en otro post que yo (Como mi hermano y todos mis primos, así como algunos sobrinos segundos) nací con un soneto debajo del brazo. Mi abuelo, que entre muchas otras cosas era un señor que escribía muy bien, escribió un soneto para cada uno de nosotros según íbamos naciendo. Cambiando de tema, el día 22 de marzo de este año de nuestro señor de dos mil y doce, me han promocionado al papel de tío. Y no como a esos tíos ridículos que les hacen tíos de un en un sobrino, no señor. Mi hermano hace las cosas a lo grande. Mi hermano se prepara para hacer triatlón. Le van las cosas por partida triple. Bueno, pues eso, que mi hermano ha tenido trillizas y mi abuelo se ha escaqueado de los sonetos con la típica excusa de no estar vivo, así que como yo le quería a él y quiero a mis sobrinas, valga esto como homenaje a los cuatro.



ELENA
La primera de todas llega Elena
Que es, por tanto, de su quinta la mayor
Paladina que defienda con ardor
A las otras cuando venga alguna pena
¡Temblad, males, cuando ella entra en escena
No podéis competir con su valor!
Fue escogida por sus padres del mejor
Oro y plata que encontraron en la mena
¡Y con qué amor la miran sus hermanas
Y con cuánto a su vez las mira ella
Y cómo se protegen entre sí!
¡Con qué amor mesaremos nuestras canas
Vigilando desde allí, en aquella estrella
Como ahora os vigilamos desde aquí!



PAULA
¡Y viniste para darnos la alegría
De otro amor, de alguien más a quien querer!
Solo eras un deseo y ahora un ser
Gritos, risas, una pura algarabía
Serás un bebecito, y una cría
Y una joven, serás una mujer
Y serás tuya y libre del ayer
Pero siempre un poco nuestra, un poco mía
¡Qué gusto recibirte en esta casa
Qué gozo es acogerte en nuestra vida
No esperes en la puerta, pasa, pasa!
¡Sé tú, no seas más desconocida
No vengas con cuidado, corre, arrasa
Un día volarás, pero hoy anida!



IRENE
Yo soy desde que fuiste concebida
Tu tío como un hecho inevitable
También, y por ser tu madre amable
Me escogieron como cómplice en tu vida
Sé pues por tu padrino recibida
Y cuenta con mi apoyo responsable
Y cuenta con mi aplauso en lo loable
Y con todo mi amor si estás dolida
Yo siempre te acompañaré en tu viaje
Como tu compañero, no tu guía
Quiero ayudar pero tu vida es tuya
Ten mi primer regalo, un homenaje
Al hombre que me dio la poesía
¡Irene entre nosotros, aleluya!