Antes que nada, me gustaría disculparme con mis 10 lectores por la tardanza en renovar el blog, pero estaba muy ocupado con los exámenes y mi granja de avestruces Una vez realizado lo prioritario, paso al tema principal: Los nombres de los negocios.
Nunca me he podido explicar qué se les pasa por la cabeza a las personas que ponen todo su amor y sus esperanzas en montar un negocio, y le ponen el nombre de la calle donde va a estar situado. Sé que muchos pensaréis que es una buena forma de publicidad, que por ejemplo es más fácil quedar en el bar "Argentina" que en el "Olimpo" si la gente no conoce la zona, pero eso a mí me parece una chuminada: Si no conoces la zona, no conoces la calle, y si conoces la calle lo mismo te da buscar un bar que otro.
Por ese motivo, por la gente que piensa como yo, existen una serie de negocios nominados de forma original por gente que no tiene tiempo o ganas de poner un buen nombre a su negocio. Ahí van unos ejemplos:
- El gran Jorge Piccoletti (O Puce), que por cierto va a retomar su carrera de monologuista este fin de semana en Valladolid y al que auguro un éxito tan enorme como su talento, estuvo años acudiendo con sus colegas en la ciudad anteriormente citada al bar ZENITRAM, que él mismo me definió como una tascucha, pero que estaba guay. Tardaron varios años en darse cuenta de que el nombre Zenitram no era más que el apellido familiar escrito a la inversa.
- Debajo del Piso Pipiripiso de la calle Tembleque, mi hogar de Aluche compartido con Samu (El Oso Maurinho) y Guardiola (El Dr. Surikato Funky), estaba el bar COPALESO (Una especie de zulo con una barra pequeña y unas bolsas de patatas del pleistoceno), en cuyo nombre tardé en descubrir los nombres Paco y Sole sabiamente disimulados mediante el desorden de sus sílabas
- En Badajoz he visto hace poco una tienda de moda llamada ACHE'S (En Menacho) que, por favor, por favor, espero que sea propiedad de una Dolores
Aparte de estos nombres currados, otro evento que me llama la atención son los negocios de nombres absolutamente desafortunados que campan por nuestras calles. Un ejemplo: El otro día vi aquí en Badajoz a una mujer llevando una bolsa de la tienda "TARA", que mi esposa me explicó, ante mi desconcierto, que es una tienda de ropa muy conocida de aquí. (Ropa normal, ni outlet ni nada). ¿Tara? ¿A tu tienda de ropa? Es como llamar a tu restaurante "SALMONELA" o a tu Pub "GARRAFUNK" (Gran nombre para un grupo, por cierto).
En fin, que si un día decidís poner un negocio, dediquéis un par de horitas a pensar el nombre, que no pasa nada. Para que os hagáis a la idea, os regalo sin permiso un nombre estupendo que no me pertenece:
El gran Sergio Violat, veterinario de pro, pensaba llamar a su clínica veterinaria "El Loro Derring"
viernes, 19 de febrero de 2010
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